España es un territorio con salida al mar, dominarlo era necesario para aumentar su poder económico y militar.
El término PODER NAVAL se refiere, estrictamente, a la flota militar de un país, pero en este caso también tomaremos en cuenta los barcos de comercio y pesca.
El poder naval de España
España fue una potencia en el siglo XVI gracias a su posición geográfica privilegiada pues tiene muchas zonas costeras. Los monarcas españoles fomentaron la construcción de barcos, el 21 de febrero de 1714, las fuerzas navales recibieron el nombre de Real Armada.
La Armada tomó a su cargo todo el proceso de construcción naval, se establecieron normas de construcción rigurosas que permitieron el crecimiento del poder naval español. Lamentablemente no se contaba con una buena administración y el interés de la población por dedicarse a la marina no existía. Esto provocó una escasez de tripulación y deterioro de los barcos que permanecían muchos días en los puertos.
El 21 de octubre de 1805 se peleó la Batalla de Trafalgar, Francia y España contra la armada británica que tuvo la victoria. Este suceso marca la caída de la marina española.
Para 1880 la marina española estaba desgastada, piratas y corsarios asaltaban las costas, no había una buena administración y fallaban los reclutamientos, era el final de la época gloriosa de la marina española.