A todos nos gustan las historias por eso las películas y las telenovelas tienen tanto éxito. Las historias se han usado desde hace miles de años para transmitir tradiciones, costumbres y creencias.

 

Los mitos y leyendas son historias en donde se cuenta el pasado de un pueblo, pero hay diferencias importantes entre ambos conceptos.

¿Qué es el mito?

Es un relato que intenta interpretar y dar significado al origen del mundo, del hombre, de la sociedad y de la naturaleza.

El mito intenta darle una respuesta a las preguntas del hombre  como son ¿cuál es el principio de la existencia? ¿cuál es la explicación de los misterios de la naturaleza?

¿Qué es la leyenda?


La leyenda es una historia ficticia basada en la realidad. La leyenda destaca las características de un pueblo, ciudad o región.

La leyenda no intenta explicar nada, sólo cuenta una historia que narra los deseos, anhelos, sueños o temores de un pueblo determinado.

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Diferencias entre mitos y leyendas de la literatura universal

1.- Los mitos intentan darle una explicación a las preguntas existenciales del hombre, las leyendas no intentan explicar nada.
2.- Los mitos buscan explicar los misterios del mundo. Por ejemplo, los mitos griegos de los dioses o los mitos del Popol Vuh de la creación maya. Las leyendas buscan divertir, explicar, dar una enseñanza, transmitir narraciones, hechos y costumbres como la leyenda de la llorona.
3.- Los mitos suceden en el principio del tiempo, cuando el mundo no era lo que hoy es. La leyenda sucede en un tiempo pasado, pero no tan lejano. Habla de los sitios comunes al pueblo.

Características de los mitos y leyendas de la literatura universal

  • Los mitos se dan en todo el mundo y, a pesar de que un pueblo no tenía relación con otro, comparten características comunes.
  • Los mitos tienen el mismo papel que las religiones: dar explicaciones al hombre sobre los misterios del mundo, pero los mitos no tratan de imponer una moral y las religiones sí.
  • Los mitos explican misterios de la naturaleza a través de establecer paralelos entre cosas simples y conocidas
  • Los mitos son intemporales y perpetuos
  • La leyenda es un relato que conserva la tradición de un pueblo
  • La leyenda es una narración ficticia que se basa en una realidad
  • La leyenda tiene en sí la sabiduría de un pueblo
  • La leyenda no pretende explicar nada, simplemente resalta algún atributo o característica de un pueblo.
  • La leyenda tiene un fin moralizante y pretende dejar una enseñanza

Temas recurrentes de mitos y leyendas de la literatura universal 

  • La creación del mundo cada civilización tiene su historia de la creación del mundo, casi en todas el mundo es creado por un dios masculino.
  • El héroe que rescata al hombre los mitos sirven de modelo para los hombres al darles un ejemplo a seguir

  • La muerte, con estos mitos se intenta encontrar el sentido de la vida, la existencia de otros planos aparte de este y el castigo o recompensa al que se hacen acreedores los seres humanos de acuerdo a la vida que llevaron.
  • El diluvio este es otro tema recurrente en las mitologías. Hay diluvios en los mitos hindúes, mesopotámicos, acadio, griego y en otras culturas.

“En el principio Dios pronunció su nombre, y el Manred (la primera sustancia del Universo) fue formado. El Manred es un conglomerado de diminutas partículas indivisibles, cada una de las cuáles eran Dios y a la vez parte de Dios. La vida surgió de Annwn (la nada). Fue Partholan el primer ser en llegar a Irlanda. Llegó con su reina Dalny y un grupo de compañeros. Vinieron del Oeste, de la tierra de los muertos. Poco tiempo después de haberse instalado en esta tierra, tuvieron que luchar contra la temible raza de los Fomorianos: seres crueles, violentos, deformes y malignos. Los vencieron después de largas luchas. Los Partholeanos desaparecieron tiempo después a causa de la gran peste.
Los fomorianos retomaron el poder en Irlanda y bajo el mando de sus dos reyes: Morc y Conan, tenían totalmente tiranizada la tierra de Partholan. Fue entonces que llegaron los nemedios, parientes de la raza de Partholan. Estos dieron una fuerte lucha, pero al final ganaron los fomorianos. Sólo treinta nemedios sobrevivieron a la guerra. Se dice que en estos treinta había una familia que se llamaba Britan, y se debe a ésta el nombre actual de GRAN BRETAÑA.

Tiempo después apareció el gran pueblo de Dana. Ellos vinieron del cielo, pues su origen era divino. Dana era hija del jefe de los dioses Dagda. Los danaanos se esparcieron por cuatro grandes ciudades: Falias, Gorias, Finias y Murias. En cada ciudad adquirieron conocimientos propios de cada región.

De Falias trajeron la “Piedra del Destino” que se ponía a los reyes al ser coronados. De Gorias se trajeron “la Espada Invencible de Lugh”. De Finias trajeron una lanza mágica y de Murias el “Caldero de los Dagda”, que tenía la propiedad de alimentar a todo un ejército sin vaciarse nunca. Llegaron a Irlanda con todas estas posesiones.

Al llegar se encontraron con todos lso Firbolgs (seres mortales). Estos no aceptaron ningún tipo de tratado sobre la división de las tierras, así que declararon la guerra a los danaanos. Se enfrentaron en Moytura.

Al mando de los danaanos estaba Nuada, el de la mano de plata, quien no podía ser rey debido a su defecto de la mano. La victoria fue de los danaanos gracias a sus artes mágicas. El pueblo quería a Nuada como rey a pesar de su defecto. El monarca Bres tuvo que ceder su corona.

Poco después Bres se enteró que era pariente directo de la corte de los fomorianos. Así que traicionó a su gente y buscó el apoyo de Balor, rey de los fomorianos, para conquistar al pueblo de Dana.

Balor era conocido como “EL OJO DIABÓLICO” pues tenía un solo ojo y con la sola mirada de éste podía matar a quien quisiera. Pero, por cuestiones de vejez, no podía mantener el ojo abierto mucho tiempo. El pueblo de Dana cayó entonces bajo el yugo de los fomorianos por un largo tiempo. Los danaanos esperaban con ansia la llegada de un SALVADOR que los libertara de la tiranía en que vivían.

Este Salvador llegó por fin con el nombre de Lugh, hijo de Kian y nieto de Balor. Fue gracias a Lugh que los danaanos se enfrentaron a los fomorianos en una gran batalla y terminaron derrotándolos. En esta batalla perdieron la vida Nuada, el de la mano de plata y Balor, el del Ojo diabólico. Para matar a Balor, Lugh tuvo que esperar a que el gran ojo se cerrara para lanzarle una piedra que se incrustó en su cerebro”

“Era un tiempo en el que existían los dioses, pero no los hombres. Cuándo llegó el tiempo de la creación, los dioses las modelaron en las entrañas de la tierra, mezclando tierra, fuego y cuántas materias se combinan con fuego y tierra. Cuando se disponían a sacarlas a la luz, mandaron a Prometeo y Epimeteo que las revistieran de facultades distribuyéndolas convenientemente entre ellas.

Epimeto pidió a Prometeo que le permitiera a él hacer la distribución “una vez que yo haya hecho la distribución, tú la supervisas”. Con este permiso comienza a distribuir. A uno le dio fuerza, pero no rapidez, en tanto que a los más débiles les daba rapidez. A unos les daba armas y a otros alas para huir.

De este modo equitativo iba distribuyendo las facultades restantes. Y las ideaba tomando la precaución de que ninguna especie fuera aniquilada. Cuando les suministró los medios para evitar las destrucciones mutuas, ideó otras defensas contra el rigor de las estaciones enviadas por Zeus: las cubrió con pelo espeso y piel gruesa, para protegerse del frío invernal y del calor ardiente.

A algunas les puso en los pies cascos y a otras piel gruesa sin sangre. Después de esto, suministró alimentos distintivos a cada una: a una hierbas de la tierra, a otras, frutos de los árboles y a otras raíces. Y hubo especies a las que permitió alimentarse con la carne de otros animales. Concedió a aquellas descendencia y a éstos, devorados por aquéllas, gran fecundidad; procurando, así, salvar la especie.

Pero como Epimeteo no era del todo sabio, gastó, sin darse cuenta, todas las facultades en los brutos. Pero quedaba aún sin equipar la especie humana y no sabía qué hacer. Hallándose en ese trance, llega Prometeo para supervisar la distribución. Ve a todos los animales armoniosamente equipados y al hombre, en cambio, lo dejó desnudo, sin calzado, sin abrigo e inerme. Y ya era inminente el día señalado por el destino en el que el hombre debía salir de la tierra a la luz. Ante la imposibilidad de encontrar un medio de salvación para el hombre.

Prometeo roba a Hefesto y a Atenea la sabiduría de las artes junto con el fuego (ya que sin fuego era imposible que aquella fuese adquirida por nadie o resultase útil) y se la ofrece, así, como regalo al hombre.

Con ella recibió el hombre la sabiduría para conservar la vida, pero no recibió la sabiduría política, porque estaba en poder de Zeus y a Prometeo no le estaba permitido acceder a la mansión de Zeus, en la Acrópolis, a cuya entrada había dos guardianes terribles. Pero entró furtivamente al taller común de Atenea y Hefesto en el que practicaban juntos sus artes y, robando el arte del fuego de Hefesto y las demás de Atenea, se las dio al hombre. Y, debido a esto, el hombre adquiere los recursos necesarios para la vida, pero sobre Prometeo, por culpa de Epimeteo, recayó luego, según se cuenta, el castigo del robo.

El hombre, una vez que participó de una porción divina, fue el único de los animales que, a causa de este parentesco divino, primeramente reconoció a los dioses y comenzó a erigir altares e imágenes a los dioses. Luego, adquirió rápidamente el arte de articular sonidos vocales y nombres, e inventó viviendas, vestidos, calzado, abrigos, alimentos de la tierra. Equipados de este modo, los hombres vivían al principio dispersos y no en ciudades, siendo así aniquilados por las fieras, al ser en todo más débiles que ellas.

El arte que profesaban constituía un medio adecuado para alimentarse, pero insuficiente para la guerra contra las fieras, porque no poseían el arte de la política, del que el de la guerra es una parte. Buscaban la forma de reunirse y salvarse construyendo ciudades, pero, una vez reunidos, se ultrajaban entre sí por no poseer el arte de la política, de modo que al dispersarse de nuevo se morían.

Entonces Zeus, temiendo que la especie humana quedara exterminada por completo, envió a Hermes para que llevase a los hombres al pudor y la justicia a fin de que rigiesen en las ciudades la armonía y los lazos comunes de amistad. Preguntó, entonces, Hermes a Zeus la forma de repartir la justicia y el pudor entre los hombres “¿las distribuyo como fueron distribuidas las demás artes?”

Pero estás fueron distribuidas así: con un solo hombre que posea el arte de la medicina, basta para tratar a muchos y lo mismo ocurre con los demás profesionales.

-¿Reparto así la justicia y el poder entre los hombres o las distribuyo entre todos?
-Entre todos -respondió Zeus- y que todos participen de ellas, porque si participan de ellas solo unos pocos, como ocurre con las demás artes, jamás habrá ciudades. Además, establecerás en mi nombre esta ley: que todo aquel que sea incapaz de participar del pudor y de la justicia sea eliminado, como una peste, de la ciudad”